Sunday, November 19, 2006

ESTA MUJER


Esta mujer me desespera, nada, que ni respira, parece milagroso, ¡Qué catarata de palabras sin sentido!, y no poder escapar, eso es lo peor. Si por lo menos pudiese levantarme, y largarme, “Adiós, ahí te quedas, pesada”. Pero yo sólo pido que descanse, que se calle un poquito, que me va a volver loco con su cháchara inconexa : que si mira que putones las hijas de la Rosa, siempre con esas minifaldas enseñando hasta las bragas, que si por lo menos fuesen unas jovencitas, pero es que ya no tienen edad para tanta exhibición, que ya están muy jamonas, que a mi no me gusta criticar, pero que no, que no me gusta que me enseñen tanta pierna, y pierna gorda, que como digo yo, llegando a una edad no se puede ir por ahí enseñando esos muslotes de elefanta, y luego querer que no te critiquen, que luego pasa lo que pasa, que Rosa es muy buena persona aunque muy inocente la pobre, pero tiene unas hijas a cada cual más pu.., que mira, que tres de las cinco le acabaron llegando con un bombo de regalo, que se puede ser muy moderno, pero luego el paquete siempre es para la abuela, que ellas no se enmiendan, que les hacen un bombo, y como tienen a los padres que son tontos, ¡ala!, a seguir puteando por ahí, que como digo yo, la culpa no es de ellas, es de la madre, que a las hijas hay que atarlas corto, como yo a la mía, que nunca se me desmandó ni dio que hablar por ahí, que luego pasa lo que pasa, que das pie, y los hombres que van a hacer, ¿cortársela?, que no puede ser, aunque me diga siempre mi hombre, que es un pobre inocente, anda, a ti que te importa, al fin y al cabo, cada uno en su casa y dios en la de todos, pero es que la Rosa es muy buena amiga mía, y como no me va a importar lo que hagan sus hijas, si casi se criaron en casa con la mía, que a la mía gracias a dios, no se le pegó nada de su forma de ser: ese estar siempre detrás de los hombres, que no se que les ven, porque, como digo yo, al final todos los hombres son iguales, que mucho prometer pero luego ninguno lleva nada que valga pa ná, que también yo con el mío, vaya chasco que me llevé, que una está esperando maravillas, y luego una vez por semana, los sábados, y rapidillo, que a mi eso al fin y al cabo tanto me daba, porque una siempre tuvo cosas más importantes en las que pensar, que como digo yo, pan para hoy y hambre para mañana, pero lo de esas chicas no puede ser, y lo digo yo, que al fin y al cabo son casi como mis hijas, pero que no, que no puede ser esa forma de vivir, si es que a ese constante sobarse con el primero que pasa por delante se le puede llamar vivir, que a mí no me gusta meterme en la vida de nadie, pero es que esto ya no puede ser, ¿no es verdad?, oye, no te duermas, que si ni tu me vas a hacer caso no se para que me esfuerzo yo en teneros al tanto de lo que pasa. //Y yo que por fin desconecto con lo que me rodea, y mi mente ya se deja deslizar con suavidad a regiones lejanas, al lugar cálido y remoto donde habitan hermosas y suaves princesas que me permiten refugiarme entre sus brazos rollizos y acogedores, aspirando el perfume delicioso de esas huríes en una agradable ensoñación, mientras en segundo plano sigo escuchando el bajo continuo de un parloteo demencial, y por fin consigo murmurar mitad dormido, mitad despierto: “Haz el favor de callarte, por favor”.

2 comments:

pazzos said...

Veo que has hecho muy bien los deberes, ¿vas a por nota, eh?

Muy bueno el monólogo. Pensé que esas mujeres a lo Cinco horas con Mario estaban ya extintas, pero se ve que no, que todavía queda alguna diplodoca suelta.

koolauleproso said...

Que me compares con Delibes me llena de emoción, pero ni en mis mejores y locos sueños aspiro a tanto. "Comparar a dios con un gitano" repetía un antiguo amigo mío en una sentencia politicamente incorrecta